En realidad, lo que los españoles han celebrado siempre es el Día de Todos los Santos, momento en el que se celebra a los muertos en el cementerio. Toda la familia se reúne para ir a poner flores en las tumbas, y los sepulcros se limpian y se hacen misas para recordar a los seres queridos. De vez en cuando, se deja encendida una vela para recordar también durante toda la noche.
En otros países de tradiciones hispanas, este momento es mucho más festivo y lleno de color... por ejemplo, el Día de los Muertos, gran fiesta de México en donde las familias dejan comida y otras ofrendas a sus muertos, y momento en el que se comen dulces especiales tales como las "calaveritas" de azúcar. Las imágenes y decoraciones de ese día en el que los vivos se ríen de la muerte, son muy hermosas, y esta celebración se ha convertido en Patrimonio de la Humanidad.
Lo que no hay que olvidar es que en España, además de celebrar a los muertos, se celebra a los vivos; en este día es el santo de todos aquellos cuyo nombre no aparece en el santoral.
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